El hecho tuvo lugar en el Paso Fronterizo de San Sebastián en mayo del 2014, donde quedaron involucrados una inspectora de Tránsito de la Municipalidad de Río Grande, Monica Verónica Ojeda, y el oficial de la Policía Provincial, el principal Gustavo Franzen, quien luego de ese episodio fue separado de sus funciones.
Ojeda fue demorada ese día por personal de Aduana y Gendarmería en el paso fronterizo, quienes la tenían detectada a partir del constante movimiento hacia Punta Arenas, y sospechas por la venta de mercaderías por redes sociales.
Ojeda no traía mercaderías consigo, pero luego se constató que hizo su paso el patrullero del destacamento policial en San Sebastián, el cual aparentemente había cruzado para “levantar la carga” dejada en la ruta.
Al mando del mismo fue demorado el oficial de Policía, Gustavo Franzen, quien llevaba todo tipo de mercaderías en la caja del móvil policial, en clara connivencia con la infractora.
El delito que se les imputa es “contrabando agravado” por la calidad de funcionarios públicos.
Si se comprobase el delito, ambos imputados, podrian recibir penas que contempla un mínimo penal de 4 años de prisión.