El empresario de Ushuaia Héctor Darío “el gringo” Weiss solicitó un permiso especial para viajar fuera de la provincia cuando faltan pocos días para que el Superior Tribunal de Justicia ratifique o rectifique la condena a 8 años de prisión efectiva que le impuso un tribunal en mayo de este año por el abuso sexual de dos niñas de 8 y 14 años.
Weiss explicó en un escrito presentado por su defensor público que necesita trasladarse a la ciudad de Buenos Aires para mantener reuniones con directivos de la empresa Peugeot Citroën Argentina SA, luego de que la firma le comunicó que pondrá fin al contrato de concesión de las marcas en Ushuaia, supuestamente a partir de la vinculación del empresario con la causa judicial por abuso sexual a menores.
Tras el pedido materializado por el jefe de Defensores Públicos, Gustavo Ariznabarreta (que interviene en el caso) serán los miembros del propio Superior Tribunal los que deberán resolver si le conceden o no el permiso.
Antes de resolver, los jueces ya le corrieron vista a la Fiscalía ante ese organismo, cuyo titular es Oscar Fappiano, y a las dos querellas que representan a los familiares de las víctimas menores de edad.
Según trascendió, al menos uno de los querellantes se opuso a que Weiss abandone Tierra del Fuego faltando menos de un mes (según los plazos procesales regulares) para que la Corte decida sobre el recurso de casación presentado por la defensa del empresario contra la sentencia condenatoria dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia.
El dato no es menor porque si el Superior Tribunal ratifica la condena, Weiss debería ser detenido al poco tiempo, salvo que se abra la instancia de un recurso extraordinario ante la Corte Suprema.
La querella fundó su oposición al permiso en que “en el estado procesal en que se halla la causa, podría existir peligro de fuga ante la inminente resolución del recurso de casación interpuesto por el encartado”.
Además, agregó que el trámite que debe realizar Weiss en Buenos Aires “no es personalísimo” sino que “se relaciona con cuestiones netamente vinculadas a la actividad comercial de una persona jurídica a la que pertenece”, con lo que la gestión “puede ser llevada a cabo por sus representantes legales o comerciales”.
Viaje de negocios: En el escrito donde solicita el permiso de salida, Weiss se refiere a la necesidad de viajar “a la brevedad posible” a Buenos Aires (no establece una fecha determinada) y aclara que el viaje tendría una extensión de “no más de cinco días”.
Para justificar la solicitud, el empresario condenado manifiesta que precisa mantener “diversas reuniones” con directivos de la firma automotriz.
También sostiene que “en razón de la condena”, la empresa Peugeot Citroën “ha revocado el contrato de concesión de venta de productos de la marca”. Se refiere a la agencia de autos Grenoble SA, de la que Weiss es presidente del directorio.
Entre los argumentos que expone, el comerciante desliza que al finalizar la concesión, “se ponen en riesgo 28 puestos de trabajo”.
“Necesito renegociar con la citada terminal la continuidad de la explotación comercial, o en su defecto acordar la continuidad laboral de la planta de empleados”, menciona el empresario.
En esa línea, adjunta una copia de la carta documento remitida por la firma automotriz, donde se comunica la finalización del vínculo comercial a partir del 31 de marzo de 2020, y un mail dirigido al representante de la empresa en Buenos Aires, en el que le solicita una reunión en una fecha estimativa entre “el 17 y el 21 de septiembre”.
Por otra parte, y a los fines de dar una prueba de que su intención no es fugarse, Weiss ofrece a la Justicia fueguina costear los gastos de un policía para que lo acompañe en el viaje.
Al respecto, el pedido expresa textualmente: “a los fines de despejar toda suspicacia acerca del riesgo de fuga, estoy dispuesto a asumir los gastos de traslado y permanencia de un efectivo policial” para que se traslade con él a Buenos Aires.
Casación pendiente: La última novedad judicial sobre el caso Weiss se produjo a comienzos de mes, cuando se llevó a cabo una audiencia oral en el Superior Tribunal, para que las partes ampliaran sus fundamentos respecto del recurso de casación presentado por la defensa pública de Weiss contra el fallo que lo condenó.
En ese acto, la defensa del empresario amplió sus propios fundamentos y se escuchó al fiscal que ratificó lo que ya había afirmado por escrito.
“La defensa ha intentado decir que el monto de la pena es alto, e insistió en que los fundamentos de los jueces son arbitrarios cuando analizaron los agravantes para determinar los años de condena. Nosotros creemos que los 8 años estuvieron bien, considerando una sola de las víctimas, a la que representamos, pero que incluso se podría haber dictado una pena mayor”, analizó por entonces la abogada Karina Echazú, representante de una de las familias querellantes.
El empresario fue hallado culpable de los delitos de “abuso sexual simple reiterado en un número indeterminado de veces” en concurso ideal con “abuso sexual con aprovechamiento de la inmadurez de la víctima reiterado, tres hechos”.
Al juzgar el caso en juicio, el Tribunal Oral le asignó credibilidad al testimonio de las propias víctimas, al afirmar que, en uno de los hechos, “refleja la verdad real de lo acontecido, pudiendo –entonces- afirmar que encuentro plenamente probada tanto la existencia material del hecho en trato, como la autoría por parte del imputado”.
En cuanto al otro episodio, los magistrados entendieron que Weiss abordó a la menor “de manera gradual”, hasta que en un momento la increpó con “sorpresivos besos y manoseos”, y agregaron que “el persistente accionar del imputado logró desparecer o torcer la conducta de la víctima”. A la vez, mencionaron que el condenado se aprovechó del carácter y de la “inexperiencia e inmadurez sexual de la menor, así como de su alto grado de vulnerabilidad”.