La cifra de 20 fogones mal apagados es el lado negativo que dejó un fin de semana extra largo. Es que parece que no se aprende a partir del último gran incendio forestal que devastó miles de hectáreas de bosque nativo, ocurrido en 2012 y que, precisamente, tuvo su origen en un fogón que había quedado mal apagado.
Este fin de semana, en su habitual patrullaje por las zonas rurales de la provincia, la Dirección de Manejo de Fuego encontró por lo menos 20 fogones mal apagados, algunos en zonas inhabilitadas para encender fuego. El 1° de octubre comenzó en la provincia la temporada de alta peligrosidad, debido al riesgo de incendios forestales. Hace pocas semanas comenzó también, la temporada de campamentos.
“Y la verdad que lo que encontramos es lo que generalmente pasa: fogones mal apagados, o abandonados, lugares no habilitados en los que la gente prende fuego. Pero esto siempre es así, hay fines de semana que encontramos hasta 30 fogones”, sostuvo Roberto Sosa de la Dirección de Manejo de Fuego.
El funcionario además reconoció que más allá de la falta de conocimiento, o previsión, el problema muchas veces es la desobediencia directa a las advertencias del personal. “Este fin de semana encontramos fogones en Cabo San Pablo y Cabo Ladrillero, sobre la ruta complementaria A. No están estos lugares habilitados para encender fuego, pero la gente va, pasea el fin de semana. Y lo hace igual”, remarcó Sosa.
Además del peligro del fogón en sí, Sosa explicó que hay lugares que no son de fácil acceso, y la extensión del territorio en sí, es también un gran contratiempo. “Y la verdad es que no damos abasto, aunque estamos trabajando con la Policía Provincial, con fuerzas de seguridad nacional como Gendarmería, con Defensa Civil de la provincia, y de las Municipalidades también, la Secretaría de Transporte… con un montón de instituciones, pero la verdad que el territorio que nosotros cubrimos es grandísimo”, detalló.
Sosa aseguró que el peligro al dejar un fuego mal apagado, no es inminente, pero puede llegar a ser incontrolable, e impredecible: “El problema no se da el mismo día que se prende el fogón. Ese día no va a haber incendio. El problema es a los tres, cuatro días, de que nosotros no apagamos ese fogón. Porque eso que quedó sin apagar va trabajando por debajo de la superficie. Nosotros en la provincia tenemos todo el bosque completamente entrelazado, desde las raíces”, recordó.
“Lo que nosotros le pedimos a la gente es que apaguen el fogón con agua. Que no lo tapen con tierra, que no lo dejen que se extinga u otra forma, que sea con agua. Calculá que un fogón que está encendido durante más de 24 horas, necesita como mínimo 50 litros de agua, para quedar bien apagado”, agregó.
Tanto la Secretaría de Ambiente como la Dirección de Manejo del Fuego, tienen páginas en las redes sociales en las que se detallan los lugares habilitados para hacer fuego: “son los mismos 25 del año pasado”, recordó Sosa.
Y aprovechó a solicitar a las personas que se encarguen de limpiar el lugar en que acampan y se lleven la basura. Nosotros tenemos una campaña, de forma conjunta con la comisión de Ambiente, con la concejal Laura Colazo. Entregamos una bolsa de residuos por auto, para todo lo que se genere en la salida al campo, y el folleto de los lugares habilitados para encender fogones. Todos los fines de semana estamos haciendo esto.
En caso de estar planeando una salida al campo la familia puede comunicarse al 105, que es el número de Defensa Civil Provincial, o al 103 que es Defensa Civil Municipal.
RECOMENDACIONES
El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) brinda recomendaciones básicas sobre el tema. Cuando se planea una salida al campo es importante que cada visitante conozca estas reglas y sea consciente de qué puede hacerse y qué no respecto al fuego en el bosque:
-No hay que arrojar colillas de cigarrillos o fósforos encendidos al piso. Tampoco desde vehículos en movimiento, sea en ruta o por caminos vecinales.
-Evite fumar en el interior del bosque y aconséjelo a quienes lo acompañan. Si no puede evitar fumar, preste atención a dónde caen las cenizas, a dónde y cómo apaga el cigarrillo, y llévese con usted la colilla.
-Si acampa, hágalo en lugares autorizados, allí podrá encender fuego.
-Si observa un fogón encendido abandonado, apáguelo con abundante agua.
-No encienda fuego en cualquier parte, hágalo en fogones autorizados.
-Nunca deje el fuego solo, ni por un instante.
-Tenga cerca del fogón recipientes con agua.
-No arroje ni deje residuos en bosques y lugares de acampe, las latas y vidrios pueden actuar de lupa y provocar incendios.
-Prepare bien el fogón antes de empezar el fuego: se debe colocar piedras alrededor de la fogata, hacer un pozo dentro para que el fuego quede un poco “hundido” en la tierra, despejar de hojas y ramas los alrededores de la fogata. En lo posible, armar una pared o protección con piedras del lado de donde viene el viento.
-Nunca hay que hacer fuego debajo de los árboles.
-La forma correcta de apagar las fogatas es con abundante agua, después hay que remover las cenizas para verificar que queden bien apagadas. También se debe echar agua a las piedras del fogón y alrededor de la fogata, el lugar de la fogata debe quedar frío.
-Si se va a usar leña del lugar, se debe elegir la que está caída y seca, libre de hojas.
-En el fogón hay que procurar mantener un fuego pequeño.
-El fogón debe estar cerca de lugares con agua.
-Si se va de campamento, lo más práctico, limpio y seguro es usar calentador.
-Conocer los teléfonos de emergencia. Por si en alguno de sus paseos por el bosque o la montaña ve una columna de humo, infórmelo lo más rápido que pueda, de la velocidad en la detección depende en gran medida poder controlar un incendio. Defensa Civil: Emergencias: 103 o 105.