La empresa Casino Club, vinculada al empresario kirchnerista Cristóbal López, cerró la última de la dos salas de juego que tenía en la ciudad de Ushuaia y dejó en la calle a 100 personas, confirmaron ayer fuentes gremiales relacionadas con la actividad.
La medida involucra a la sala principal, el edificio con forma de cola de ballena ubicado sobre la costa, e inaugurado en 2010.
El secretario general del gremio gastronómico (UTGHRA) de Ushuaia, Ramón Calderón, confirmó que esperaban el cierre luego “del declive que comenzó a tener la empresa en todo el país, con el cambio de gobierno”.
“Ya se habían cerrado salas en la Rioja y Mendoza, y aguardábamos que nos tocara a nosotros. Los directivos de la empresa hablan de persecución política. A nosotros nos importa el personal despedido”, recalcó Calderón en declaraciones a Radio Nacional.
Según el dirigente gremial, en Ushuaia había 100 personas trabajando en el casino, 30 vinculada con la gastronomía y 70 agremiados a ALEARA (Sindicato de Trabajadores de Juego de Azar).
El retiro de la empresa no involucra todavía a la sala de la ciudad de Río Grande, que es de menor tamaño y donde se desempeñan unas 12 personas.
Calderón reconoció que la firma pagó el total de las indemnizaciones, y que incluso “hubo gente que percibió un poco más de lo que pensaba”.
Entre los despedidos hay “gente joven, pero con muchos años de antigüedad, algunos con 10 a 14 años”, precisó el sindicalista.
Sobre el destino del edificio, el líder gastronómico contó que existe un interés de comprarlo por parte de un empresario del juego de Río Grande, aunque “también se baraja que no se venda hasta las elecciones de 2019, a la espera de un cambio político”, indicó.
El Casino Club llegó a emplear a más de 250 personas en el pico de su expansión en la capital fueguina, y además de la sala de juegos se organizaban shows musicales y fiestas temáticas.
Después, la actividad comenzó a decaer hasta desembocar en el cierre de las instalaciones confirmado este miércoles.