Consular Italiano en Tierra del Fuego
Felicidad y estupor, suelen ser los dos términos que mejor describen la sensación del viajero que por primera vez llega a la maravillosa ciudad de Ushuaia y a la provincia de Tierra del Fuego. Permítanme agregar un tercero que completa lo que sentí a mi llegada y que quiero compartir con una nota personal. Me refiero a la gratitud. Sentí gratitud como italiano hacia un lugar que, además de ser un espacio de belleza única en el mundo, ha sido la tierra de acogida de muchos italianos que vinieron a la Argentina a realizar sus sueños.
Los primeros emigrantes, muchos de los cuales llegaron con la “Spedizione Borsari”, han contribuido de forma contundente al progreso de la ciudad y de la Provincia, y hoy sus descendientes se destacan como ejemplo de excelencia y de éxito en sectores claves para enfrentar los desafíos de hoy en día: ciencia, investigación, energías renovables, turismo sustentable, solo para citar algunos. La historia de este lugar es una de las representaciones más fieles y claras de cómo la emigración italiana ha sido decisiva para que hoy Argentina, gracias a su generosidad, sea un gran país. Aquí tenemos a la asociación italiana más austral del mundo, la Sociedad Italiana de Ushuaia, cuyos integrantes estoy encontrando en estos días, juntos a muchos otros de mis compatriotas que viven en esta lindísima parte de la Argentina.
En el éxito de la historia pasada se encuentran también las raíces de la colaboración futura. Muchas empresas italianas han decidido invertir aquí, nuestras Universidades han celebrado acuerdos de colaboración. Hace solo pocos meses vimos un ejemplo de la apuesta de Italia por Tierra del Fuego con el I Congreso Ítalo-Argentino sobre Energía, Ambiente y Bio-economía organizado por la Embajada con la valiosa colaboración de la Provincia. Más de 250 especialistas en materias científicas y económicas se reunieron en Ushuaia bajo el marco de la cooperación ítalo-argentina.
Entonces, mi primera visita tiene un doble sentido. Es un homenaje a una comunidad especial y a su historia. Y es, al mismo tiempo, la renovación de un fuerte compromiso para fortalecer aún más los vínculos con una tierra a la que mucho le debemos como italianos y con la que estoy seguro tenemos todavía mucho por trabajar juntos en un gran abanico de sectores.
Como prueba concreta de este compromiso traigo conmigo una importante noticia. La bandera “tricolore” volverá a flamear en beneficio de los más de 1500 ciudadanos que residen aquí, gracias a la Agencia Consular Honoraria de Italia que abrirá sus puertas en las próximas semanas, en Ushuaia. Italia vuelve a tener en la Provincia una presencia institucional estable y la Agencia, que depende del Consulado General en Bahía Blanca, va a ser de gran utilidad para que muchos de los trámites consulares puedan realizarse directamente en Ushuaia, sin tener que desplazarse.
Esta bandera va a ondear sobre las nuevas formas de las relaciones que hoy, y mañana, refuerzan la amistad y la cooperación entre Italia y Argentina. Vamos a organizar este año una jornada en la Embajada dedicada a la Provincia de Tierra del Fuego en el marco del programa “Italia en 24”. Italia quiere reforzar sus relaciones con las distintas provincias argentinas. Por eso los espacios de la Embajada se pondrán a disposición para la organización de eventos promocionales. Tanto por parte de la Provincia como por parte de Italia se podrán exponer las propias excelencias empresarias.
Queremos, además, promover la lengua y la cultura italianas para enamorar con ellas a los fueguinos, tal y como los italianos estamos enamorados de Tierra del Fuego.
A través de todas estas iniciativas vamos a ver cuán lejos puede llegar nuestro trabajo y estoy seguro de que Tierra del Fuego será aún más protagonista en el futuro de la larga y profunda amistad que unen a Italia y Argentina.