TOLHUIN PRIMERO TIERRA DEL FUEGO | ARGENTINA.
«Para el próximo año, franquito va recibir regalos en vez de bolsitas»
Yessica Piñeiro (mamá), público unas fotos y vídeos en sus redes, con muestras de agradecimiento, «Me encuentro muy agradecida con los vecinos, con los medios, que si no hubiese sido por todos, nada de esto hubiera pasado». Por estas horas, permanece en cuidados intensivos pero su evolución es muy favorable. En los próximos días podrían empezar a darle de comer y luego el alta.
Desde hace algunas semanas, todo empezó a cambiar en la vida de «Franquito», su mamá desesperada expuso a través de las redes, la situación que le tocaba a atravesar producto de una «supuesta mala praxis». Una simple apendicitis que debía ser diagnosticada a tiempo, terminó en una patología mucho mayor, que le provocó un colostomía que debía ser curada muy delicadamente para que no se vea afectado por una infección o dermatitis.
Jessica, se convirtió en enfermera por necesidad ya que las curaciones eran permanentes y desde el Centro local, le decian que «no estaban capacitados para hacerlo». Tuvo que acudir a una vecina que ya tenía experiencia y le enseñó la práctica.
Todo se fue dificultando, cuando quedó sin trabajo y no podía costear «las bolsitas» de curación que debía colocarle, cuyas cajas tenían un valor de 10 mil 500 pesos cada una, usaba alrededor de 3 cajas por mes. Fue ahí, cuando no aguantó más y pidió ayuda a la comunidad fueguina.
La respuesta fue inmediata, primero los medios, después los vecinos, y también las autoridades se hicieron eco del llamado. Todos articulando por una misma causa, las cajas de bolsitas comenzaron a aparecer, la asistencia de los profesionales, y también la gestión para que la operación que le había postergado por la pandemia se concrete lo antes posible y «franquito» pueda tener una mejor calidad de vida.
Yessica Piñeiro en contacto con Sixto Anibal Benitez mostro su alegría y lo primero que pidió fue agradecer a todos los que escucharon, la acompañaron y colaboraron de forma solidaria.
Hoy ella, es una mamá feliz y «franquito» un niño de 3 años dando batalla desde sus primeros pasos de vida, con una vitalidad enorme que nos contagia a todos.
