Mientras Garbarino busca un comprador, se cerraron las persianas de sus locales en todo el país.
RÍO GRANDE. – La cadena Garbarino cerró todas sus sucursales a partir de los problemas financieros, que se profundizaron con la fuerte caída del consumo en los últimos años. Mientras busca un comprador, se enfrenta con una deuda de más de $4.600 millones y están pendientes unos 3.800 empleados, quienes están cobrando el sueldo de los últimos tres meses en cuotas.
Según fuentes sindicales los cierres son en todo el país. Sin embargo, desde la empresa dicen que no es verdad.
Esta semana Carlos Rosales, dueño de la cadena, rechazó la oferta de compra que propuso Facundo Prado, propietario de la firma de telecomunicaciones Supercanal Arlink. Ahora busca nuevas alternativas para la mayor cadena de electrónica y electrodomésticos del país.
La opción de compra que tenía Prado venció ayer y ahora en Garbarino sostienen que están en negociaciones con otros dos interesados, aunque prefieren no dar a conocer sus nombres.
En Río Grande preocupa cada vez más la situación de los trabajadores que se desempeñan en la firma. El local, se encuentra cerrado desde la semana pasada «por protocolo covid» según indica un cartel de la propia puerta de la sucursal. Cabe recordar que tanto Digital Fueguina como Tecnosur, dependen de Garbarino y la incertidumbre cada vez es más grande.