LA DEFENSA DEL GINECÓLOGO APUNTA A LA ATENCIÓN EN TERAPIA O UNA FALLA EN EL ORGANISMO. LA QUERELLA BUSCA PRUEBAS EN CONTRA DEL MÉDICO Y TAMBIÉN ANALIZA LA RESPONSABILIDAD DE LA CLÍNICA.
Lucía Baptista tenía 35 años, era portera del jardín 6 de la margen sur y madre de 3 hijas de 16, 13, 11 años. Falleció en los primeros minutos de la madrugada del 25 de enero en la clínica Cemep tras una intervención de ligadura de trompas que le realizó el médico ginecólogo Edgar Miranda Flores, ajeno a esa institución médica, quien rentaba el quirófano a fin de llevar a cabo este tipo de intervenciones.
La causa que se tramita en el juzgado de instrucción 1 a cargo del Dr. Daniel Cesari Hernández ya cuenta con el informe firmado por los forenses Inés Aparici y Claudio Ravasi, ambos del Poder Judicial, así como médicos de parte presentados por la defensa y la querella.
La autopsia e informe sostienen la existencia de una lesión suturada en la vena ilíaca y lesión mesentérica también suturadas, aunque “el diagnóstico de la causa de la muerte requiere de la valoración de los estudios histopatológicos complementarios”, que se realizan fuera de la provincia.
Ante ello ya desde la defensa, representada por el Dr. Francisco Ibarra, manejan una estrategia respecto de que la intervención en esos puntos de sutura fue realizada con éxito, y que habría que evaluar, o bien la atención posterior en la Terapia Intensiva o la respuesta orgánica de la paciente.
Entretanto la parte querellante, representada por el Dr. Gabriel Pérez, busca obtener elementos de prueba a fin de ir contra el médico interviniente, sin descartar eventualmente algún grado de responsabilidad en el caso de la clínica.
Por el momento en la causa solo permanece notificado de derechos y garantías el Dr. Miranda Flores, a la espera de la resolución de esos estudios y si eventualmente significan imputación alguna y llamado a indagatoria.